Soneto al bar Bocao

¡Ay, corte milagrosa de beodos! ¡Ay, reino criminal de los ultrajes! Albergas curación con tus brebajes a toda educación o finos modos. Allí en tu futbolín perdí los codos, hallé sin yo pedirlo otros lenguajes. Conocí en tu penumbra a personajes traídos directamente de los lodos. Ratitas bien rabiosas y… Continuar leyendo