Hoy he visto por la calle una camiseta alada que era la versión moderna de una antigua y más macabra. Esa camisa de odio, esa camisa azulada, te obligaban a llevarla o sino pues te mataban. Pensaba que no existía, ya la creía olvidada, parece que la tenían en el armario guardada. Que se ve que no aprendemos en nuestra querida España. Tú amas un ave negra y yo una franja morada. Pido por una bandera, por una bandera blanca, que reunifique los bandos en la paz y la esperanza. Ochenta años de rabia entre hermanos y entre hermanas por una guerra perdida pues la ganaron las armas. Olvida ya los saludos y los himnos que cantaban y vamos a llorar juntos por quien se llevó las balas.
Romance a los descendientes
Marcar el enlace permanente.
