Pintada con dolor del alumnado acartujada está la escuela triste, el paso de los años lo resiste aunque su destrucción han deseado. ¡Maldita maldición del egresado! Aquellos tiempos mozos que tuviste perdida sombra ya de lo que fuiste. ¡Cómo te equivocaste en lo estudiado! Consumirán tu alma los problemas, las cuentas, derivadas e integrales, axiomas sin final y teoremas. Suspenderás, amigo, los parciales. Y olvida repasar todos los temas, Tampoco aprobarás en los finales.
Soneto al estudiante de ingeniería
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